jueves, 7 de marzo de 2013

El eterno Femenino


El Eterno Femenino

                            Laura Olivia  hernandez


 Afrodita anida  en todas las mujeres. Nos arropa  una a una con un mítico halo de simbolismo desde la antigüedad. En el fondo del mito tirita la vida misma. Afrodita  emana del mar. Céfiro sopla fuerte, es el viento sobre el horizonte y hace llover flores. Desprende rosas, jazmines, violetas, tulipanes… De las entrañas  marineras, espumante nace  Afrodita, la de cabellera dorada, la mujer  diosa libertaria,  y nos regala a la humanidad a su hijo  Eros que une todo lo creado y esparce el  Amor a la manera de López Velarde: «bailando un vals  sin fin por el planeta».

Afrodita o Venus, igual que la  mar   océana en su eterno vaivén, mece la  renovación  interminable de la vida. Concebida cuando el titán Cronos castró a su padre, el dios Urano, los genitales amputados cayeron a la mar y lo fecundaron. Postraron los dioses la belleza en Afrodita  y ella vive en el alma de  todos nosotros. ¿Acaso no es la belleza búsqueda constante? Es la esencia que nos mueve a disfrutar de nuestro cuerpo, una puesta de sol, un pétalo con rocío de la mañana, los ojos de un niño y de un anciano en el instante de un descubrimiento… Quien insiste en no mirar, es ciego de espíritu.
                                                                           Mujer…
Puja la soledad
y abre sus piernas
                                                           para darme a la luz
de tu cuerpo.*
Sandro Botticelli  en «El nacimiento de Venus»  y «La Primavera», con el aliento renacentista libera las sensaciones de la creación. Sus colores son una pálida luz,  y en su magnitud  nos lleva a nuestro origen primigenio. En ambos lienzos está Afrodita. ¿Qué imán poderoso enlaza la armonía de la naturaleza con el ser humano? ¿En quién recae tal poder de belleza, deseo y  realización? Afrodita no es diosa virgen, le impusieron matrimonio, fue infiel… Después, ella elige a sus amores.
Rosa de Lera en su libro «Reinas, mujeres y diosas», hace una separación entre las diosas sometidas y las libertarias. Hera, Deméter y Perséfone, las sometidas, por ser  madres y esposas. En terreno de libertarias se  encuentran  Atenea, Artemisa y Afrodita. Tres nombres con A, de Arte, de armonía, y de amor… en medio está la diosa Hestia, la sabia consejera. En el panteón Olímpico estas siete diosas son arquetipo de la psique femenina. De ellas abrevaron Cleopatra, Juana de Arco, Marie Curie, Flora Tristán, María Callas, Marilyn Monroe, Tina Modoti, María Antonieta Rivas Mercado, María Izquierdo, Elena Garro, Rosario Castellanos, Aidé Santa María,  ¿Con cuál de ellas se identifica?

 Si en el ambiente fluye un perfume, es el aroma nuestro. Somos nosotras suma infinita del eterno femenino; inspiración de poetas, músicos, pintores, escultores… los artistas del mundo antiguo hasta nuestros días.

Tienes en el ritmo de tu ser,
 todo el palpitar de una canción…
Eres la razón de mi existir… mujer**.


Sin Diosas, Libertarias o Sometidas, el mundo sería tierra seca  y gris.



* Poema XII. Visiones. Juan Jesús Aguilar, 1984
** Mujer. Bolero de Agustín Lara.